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Durante estos últimos años las mountain bikes eléctricas se han convertido en una opción cada vez más popular para aquellos ciclistas que desean disfrutar de la emoción del ciclismo de montaña, en cualquiera de sus modalidades, mientras reciben un impulso adicional.
Ya sea que seas un principiante, aficionado o un ciclista de nivel avanzado en busca de nuevas experiencias, conocer los principales componentes diferenciales de las mountain bikes eléctricas es fundamental, tanto a la hora de hacer la compra como para posteriormente poder disfrutar de ella y sacar el máximo rendimiento.
A lo largo de este post vamos a ver los distintos factores que tenemos que tener en cuenta a la hora de decantarnos por un modelo u otro, así como los beneficios principales de este tipo de bicicletas de montaña.
Según práctica: la decisión de compra deberá tener en cuenta cuál es la modalidad habitual del ciclista. Según sea ésta, habrá que optar entre:
Teniendo en cuenta que los ciclistas deben afrontar terrenos difíciles y sinuosos, el par del motor deberá ser elevado y contar con una batería de al menos 500 vatios. También hay que tener en cuenta las nuevas generaciones de bicis eléctricas “ligeras” con motor menos potente de 450 vatios y batería de 430, que pesan mucho menos y ofrecen la sensaciones de una bici sin motor.
Según talla
Es importante saber elegir la talla correcta porque ello influirá en la comodidad del pedaleo, la ausencia de dolores y la seguridad en las bajadas. Para acertar suele ser primordial el consejo del profesional especializado.
Aunque existen muchas tablas orientativas, en una tienda especializada nos orientarán acerca del reach ( distancia entre el centro del eje pedalier con respecto al extremo superior del eje de dirección ) y el stack ( La distancia vertical desde el centro del pedalier hasta el punto central en la parte superior del tubo de dirección).
En cualquier caso, siempre se puede optar por la clásica técnica de calcular la talla en función de la altura y longitud de la pierna del ciclista.
Tipo de motor de la mountain bike eléctrica
Tradicionalmente, los motores de las bicicletas eléctricas se incorporan ya sea en el pedalier ya sea en la rueda delantera o posterior. En el caso de las mountain bike eléctricas lo más habitual es colocarlos en el pedalier ya que su ubicación en las ruedas puede afectar negativamente a la conducción.
Un motor colocado en el pedalier aproxima la conducción de la mountain bike eléctrica a la de la tradicional, optimizando el reparto de pesos y logrando un centro de gravedad bajo.
La potencia máxima autorizada son 250 vatios. Es el par motor el que marca las diferencias entre los motores. Este podrá estar entre 40 y 90 Nm. A mayor par, mayor capacidad de aceleración, mejores cambios de ritmo y mejor tracción en subidas técnicas.
Tipo de batería
Todos los usuarios de una mountain bike eléctrica quieren evitar a toda costa quedarse sin batería en mitad de una salida al monte. Para garantizar que la batería se adapta perfectamente a las necesidades del ciclista hay que tener en cuenta:
Tipo de consola
La consola es la herramienta que permite al ciclista manejar todos los parámetros del motor de la bicicleta eléctrica de montaña. Es un pequeño ordenador de a bordo cuya tecnología y características pueden ir de las más simples ( control de velocidad, nivel de batería, distancia recorrida, nivel de ayuda solicitado ) a las más completas, que pueden incluir GPS, conexión Bluetooth…
La principal característica de las mountain bike eléctricas es que su motor aporta una asistencia externa al ciclista que, de esta manera, puede reducir sus esfuerzos en sus rutas de montaña. El motor de la mountain bike puede producir hasta el 90% de la energía necesaria para hacer avanzar a la bicicleta.
Decidirse por adquirir una mountain bike eléctrica para disfrutar en las salidas al monte supone poder disfrutar de las múltiples ventajas que aporta la asistencia del motor:
Los distintos ajustes de los que dispone el ciclista hacen que éste pueda adaptar el esfuerzo a su condición física o mental.
Al poder realizar rutas más largas, las mountain bike eléctricas pueden permitir la mejora del estado físico general del ciclista, aumentando su masa muscular y relajando el sistema articular.
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